miércoles, 6 de diciembre de 2017

Un sendero de la Catalunya mágica. El camino de la Santa Cova

Sin duda el lugar más mágico de toda Cataluña es la montaña de Montserrat, un bloque montañoso que se eleva a pocos kilómetros de Barcelona, formas caprichosas redondeadas otras con forma de agujas que se elevan al cielo, unas llenas de vegetación y otras que parecen peladas erosionadas por la acción del agua a lo largo de los años. Visitar Montserrat es toda una experiencia que hace disfrutar a todos: los amantes de la cultura pueden visitar uno de los mejores museos de pintura de Cataluña; para los religiosos, en Montserrat se encuentra la imagen de la patrona de los catalanes y su abadía es una de los referentes en el mundo cristiano; los excursionistas encuentran diversos senderos y zonas de escalada para conocer la montaña y los amantes de la música pueden escuchar uno de los mejores coros infantiles del mundo.

He visitado varias veces Montserrat y cada una de ellas me ha proporcionado una experiencia diferente pero siempre gratificante, esta vez os recomiendo un sendero entre el paisaje y el mundo del arte.

La montaña de Montserrat desde el mirador junto al aéreo

Puedes llegar a Montserrat por diversos medios: en coche hasta la abadía, o bien dejando el coche cerca de Monistrol y coger el aéreo o el tren cremallera para disfrutar cómodamente de la ascensión a la montaña. Una vez en Montserrat vamos a visitar uno de los lugares emblemáticos: la cueva donde dicen que se apareció la Virgen de Montserrat. 

El recorrido empieza en la estación del cremallera, se descienden unas escaleras que te llevan a la estación del aéreo y desde esta zona empieza el sendero que conduce a la "Santa Cova". Se trata de un sendero fácil de transitar de 2,9 km., el único inconveniente es que es muy empinado ya que tiene que salvar un gran desnivel. Recomiendo hacer el descenso andando y si estás muy cansado coger el funicular que sube la zona donde el desnivel es más grande.

El paseo está repleto de curiosidades, rocas que parecen interrumpir el camino, la inmensidad de la vista sobre la zona central de Catalunya, agujas que parecen elevarse a los cielos. Realmente cuando contemplas este paisaje, creyente o no, has de reconocer que estás en un lugar único y mágico.

Otro de los alicientes del camino es la serie de paradas de los misterios del Rosario. En la montaña de Montserrat hay dos senderos de carácter religioso: el Vía Crucis que transcurre por la vertiente superior y la de los misterios del Rosario que finaliza en la Capilla construida alrededor de la cueva donde la leyenda dice que apareció la Virgen. Este conjunto de misterios se construyó a finales del XIX y principios del XX y participaron los principales escultores y arquitectos catalanes.

El inicio del sendero


El tercero de estos misterios y el más interesante es el que realizó Puig i Cadafalch i J. Llimona. Se trata de una capilla con una reja de estilo modernista y las características representaciones del dragón que tanto se encuentra en la obra de Puig i Cadafalch. En el interior se intuye un plafón cerámico. 

El resto de los misterios tienen un resultado desigual, algunos grupos escultóricos de los hermanos Vallmitjana, Llimona y otros destacados escultores de finales del XIX y principios del XX. El conjunto es una de los mejores representaciones de la escultura modernista catalana.
El mistero del nacimiento de Jesus, Puig i Cadafalch i Llimona


















El misterio de la Resurrección con esculturas de Llimona y Reynes. La arquitectura es de Antoni Gaudi y detalle del misterio de la Asunción de María de Vallmitjana.



Pero además de seguir los misterios y admirar algunos de los conjuntos escultóricos no dejes de elevar la mirada porque el paisaje de Montserrat es una de las mayores maravillas de la naturaleza.

Vistas de la montaña desde el camino de la Santa Cova



















El camino finaliza en la capilla construida alrededor de la cueva donde la leyenda dice que se encontró la imagen de la Virgen de Montserrat. La capilla aparece medio escondida tras las rocas de la montaña, parece que está en un inestable equilibrio sobre la roca.

La capilla tiene una estructura de cruz griega y en el interior se conserva la cueva y una pequeña imagen de la Virgen, tal y como se debió encontrar.

El edificio se construyo en el siglo XVII, pero durante la Guerra del Francés fue destruida. En 1994 y 1995 también sufrió desperfectos por un incendio y problemas en la cúpula. Finalmente se ha reconstruido respetando el edificio original.

Ya hemos llegado al final del camino, es el momento de descansar y desandar lo andado. Seguiremos disfrutando del paisaje de la montaña, de sus vistas. Si estamos muy cansados podemos coger el funicular que sube hasta el monasterio para ahorrarnos el último tramo que es el tiene la pendiente más pronunciada. Si somos un poco más osados o valientes, podemos abrir el apetito finalizando el recorrido a pie, para luego seguir disfrutando de las maravillas de la montaña.

Un último consejo, si llegáis en coche, intentad llegar pronto ya que el aparcamiento se llena enseguida, son muchos los turistas que visitan diariamente la montaña de Montserrat.



Vistas desde la montaña de Montserrat

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