sábado, 21 de octubre de 2017

Mallorca es más que turismo de masas

Si te gusta viajar para conocer los territorios que visitas, combinar los lugares imprescindibles con rincones poco conocidos al llegar a Mallorca olvidate de Sa Arenal y por supuesto de Magaluf, es preciso que tengas un vehículo para descubrir lugares maravillosos que encontrarás en el interior de la isla y preparate para quedar maravillada por la belleza de la isla. Cuatro días que es lo que tuve para ver la isla no son suficientes para conocerla bien, pero si para recomendar algunos rincones, unos muy conocidos y otro no tantos.


Capilla del Santísimo
decorada por Miquel Barceló
Si no tienes tiempo para recorrer la ciudad de Palma de Mallorca dedica algo de tiempo a visitar la Catedral y por supuesto la Capilla del Santísimo decorada por Miquel Barceló. Lo más impresionante de la Catedral de Palma es sin duda su skyline desde el mar, es un maravilloso edificio gótico que se alza frente al Mediterráneo, al estar sobre la muralla y ser uno de los edificios góticos más grandes de Europa, la imagen resulta impactante. El interior es tan interesante como el exterior. En la Catedral se encuentra uno de los rosetones más grandes de todo el gótico europeo, magníficas capillas de estilo barroco y un claustro también de este estilo artístico, Gaudí y Jujol realizaron una serie de intervenciones, de Gaudí se conserva un impresionante lampario-baldaquino en la nave central. 

Pero en mi caso, la visita se concentraba en una única capilla, la del Santísimo que Miquel Barceló decoró entre 2001 y 2006 con plafones cerámicos y motivos dedicados al milagro de los panes y los peces. En uno de los lados de la Capilla se puede contemplar un mar vertical, con múltiples peces que parecen querer liberarse de la pared, en el otro extremo, los panes, las frutas y los productos de la tierra, seguramente recuerdan la isla que antes fue.

Si dispones de coches puedes conocer maravillosos rincones de la isla. Aunque sea una zona muy turística, la sierra de Tramontana es la zona que tiene los paisajes más impresionantes de la isla, unas montañas que llegan al mar formando un paisaje rocoso y agreste. Muchos de los ilustres visitantes y ricos turistas tienen o han tenido casas en esta zona. En Deià se puede visitar la casa del escritor Robert Graves. Para recorrer los pueblos de la Sierra de Tramontana has de estar preparado para carreteras de curvas, como seas propenso al mareo ya te puedes cargar de medicamentos. Entre los pueblos de la zona son muy conocidos Valldemosa, un pueblo encantador en medio de la montaña donde se puede visitar la impresionante Cartuja donde tantos ilustres visitantes se alojaron. Los más conocidos fueron sin duda Chopin y Georges Sand.


Cartuja de Valldemosa
Cerca de Valldemosa, llena de turistas que visitan la Cartuja y el pueblo, se encuentra Sóller. En esta ciudad puedes descender el escarpado valle hasta el puerto en un tren de madera, hoy en día convertido en atracción turística. Sóller también merece una visita para recorrer sus calles con antiguas casa señoriales que recuerdan la riqueza de las antiguas familias de la isla y entre las más destacadas Can Prunera, hoy Museu Modernista.

El último rincón que visitamos en la zona es sin duda una de las maravillas de la naturaleza. Se trata de Sa Calobra, una cala que se encuentra del pueblo de Escorca. Para llegar al lugar has de seguir una carretera llena de curvas y salvar un gran desnivel en pocos kilómetros. Una vez en la playa de Sa Calobra un sendero te conduce hasta el Torrent de Pareis donde el mar se abre ante ti en un auditorio natural con acantilados de más de 200 metros de altura. Este magnífico lugar fue pintado por Joaquim Mir, hace años pude ver las pinturas que hizo sobre este lugar en una exposición de Caixaforum y verlo en la realidad te hace entender como el artista se sintió tan atrapado por este lugar.


Sa Calobra
Torrent d'en Pareis 




















Dicen que la Mallorca más auténtica es la que se encuentra en el interior de la isla, la que aún conserva la esencia rural que durante siglos era su forma de vida y su gastronomía, los lugares donde comprar la buenísima sobrasada. En este centro está la ciudad de Sineu, una de las más antiguas de la isla y donde se conservan grandes casas señoriales. 

Uno de los mejores días para visitar Sineu nos dicen que es el miercoles cuando se celebra el mercado, que llena todas las calles de puestos de un mercado que aún tiene elementos rurales como es la venta de animales. No pudimos visitar la ciudad en un miercoles o sea que esperaremos para otra ocasión, ya que mucha gente me lo ha recomendado.

La iglesia de Sineu es un magnifico edificio construido en 1248 pero que ha sufrido diversas modificaciones tras ser arrasado por un incendio en 1505 y que domina el centro de la ciudad. Las calles son lugares llenos de encanto con algunos edificios emblemáticos como el convento Jesús María, sede del ayuntamiento, el antiguo palacio de los reyes de Mallorca, ahora ocupado por monjas. 

Además de la arquitectura señorial, el paisaje de Sineu plácido y suave, opuesto al paisaje agreste de la Sierra de Tramuntana, es otra de los rincones que merece la pena recorrer.  

El último rincón de la isla del que os quiero hablar es Sant Elm, que pertenece al municipio de Andratx. En esta zona merece acercarse a Cala Els Conills, una zona rocosa con una pequeña cala que mira hacia Sa Dragonera, un pequeño islote frente a la costa. Se trata de un lugar que podría definir el Mediterráneo, con las aguas cristalinas y plácidas, la costa rocosa y los pinos que la llenan de verdor.

Cala Els Conills y frente Sa Dragonera


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