domingo, 17 de septiembre de 2017

Madrid, cuatro rincones secretos

Si viajas a Madrid olvidaros del Museo del Prado, o de la Thyssen, el Parque del Retiro o la Cibeles. Todos estos lugares son maravillosos y merecen una visita, pero ahora quiero recomendares cuatro lugares madrileños poco conocidos.

Templo de Debod


Templo de Debob
El primero es un viaje en el tiempo y en la distancia, el templo de Debod que se encuentra cerca de la Plaza de España. El templo construido por el rey Adijalami en la zona sur de Egipto tiene más de 2.200 años de historia. La construcción de las primeras presas para controlar la crecida del Nilo provocaban que el templo quedará sumergido bajo las aguas del Nilo durante unos meses al año. Pero la construcción en 1954 de la presa de Assuan que ponía en peligro el inmenso conjunto de Abu Simbel movilizó a la comunidad científica en la Campaña de Salvamento de Nubia auspiciada por la UNESCO. El gobierno español participo en esta campaña y en 1964 solicitó el templo de Debod que se encontraba en la isla Elefantina frente a la ciudad de Assuan. El templo fue trasladado a Madrid e instalado en su ubicación actual en 1972.

Cada vez que visito Madrid, si puedo, me gusta acercarme a este lugar, resulta muy curioso ver este templo en medio de una ciudad como Madrid y es también un ejemplo, pequeño y delicado de la arquitectura egipcia. Pero sobretodo el templo, situado en medio de un parque, sobre un estanque es un lugar que invita a relajarte y olvidarte de la tensión de la ciudad. Visitar el lugar al atardecer es toda una experiencia, ya que además junto al templo hay uno de los miradores más bonitos de la ciudad.

El segundo lugar también es un mirador, este en el centro de Madrid y en uno de las instituciones más emblemáticas de la ciudad: la azotea del Circulo de Bellas Artes. Esta institución fundada por un grupo de artistas en 1880 mantiene una programación artística y cultural desde su inauguración, está situada en el centro de la ciudad en la calle Alcala 42 y el edificio es un ejemplo magnífico del estilo decó y tiene una magnífico restaurante. Para acceder a la azotea debes coger un ascensor, el precio es un poco caro, 4 € en 2017, pero la experiencia vale la pena.


El Metropolís,azotea del Circulo de Bellas Artes
Escultura de Minerva


   




Desde este magnífico mirador, tienes una vista de 360 grados de Madrid se puede llegar a ver la Sierra de Guadarrama y tienes la sensación de que casi puedes tocar el edificio Metropolis, uno de los más emblemáticos de Madrid. En este lugar puedes entender porque los cielos de esta ciudad son únicos. La azotea está coronada por una gran escultura en bronce de la diosa Minerva de Juan Luís Vassallo.


Cúpula de San Antonio de los Alemanes
Los dos últimos lugares son dos ejemplos del Madrid de los Áustrias. Una pequeña iglesia en el centro de la ciudad, en el tradicional barrio de Malasaña es una de los mejores ejemplos del estilo barroco. Se trata de la iglesia de San Antonio de los Alemanes, construida a principios del siglo XVII y en un principio acogía a los peregrinos portugueses. Cuando Portugal se independizo de la Corona española, la reina Mariana de Austria decidió cederla a los alemanes católicos que vivían en la capital.

El templo tiene un planta ortogonal y es un ejemplo único de pintura al fresco en todo el edificio. Entras en el edificio y en seguida quedas atrapado por la riqueza de la decoración, tu mirada recorre sin parar los diferentes elementos que decoran la iglesia, como si temieras dejarte alguno. Y entonces alzas la vista y te impresiona el fresco pintado por Francisco Ricci, un ejemplo de trampantojo. 


Jardín del Príncipe de Anglona
El último rincón es un jardín escondido tras un muro de piedra en el barrio de la Latina: el jardín del príncipe de Anglona. Se construyó vinculado al palacio realizado a finales del siglo XVIII. El estado actual se debe a las reformas realizadas a principios del siglo XIX, basado en un diseño neoclásico con elementos de la tradición árabe-andaluza. En el centro del jardín se encuentra en una fuente de piedra, desde la que parten unos caminos de ladrillo. La vegetación está formado por diversos árboles y arbustos que le dan un aire romántico. Una pérgola en uno de los laterales completa la decoración.

Pasear y visitar Madrid puede resultar agotador y detenerse en un jardín como este te ofrece la posibilidad de descansar y relajarse. Además el jardín te permite conocer uno de los jardines románticos de la nobleza madrileña.

Os recomiendo que anotéis estos sitios si visitáis Madrid, no os olvidéis de los grandes edificios o los grandes museos, pero si queréis conocer lugares encantadores, alejados de los turistas y singulares.
     




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