domingo, 24 de marzo de 2019

Nápoles pasión y belleza

Visitar Nápoles era un proyecto largamente deseado, a pesar de todos los comentarios negativos sobre la suciedad, el desorden y la inseguridad, estaba deseando ver el perfil del Vesubio, el golfo, los museos, Pompeya... Habíamos escogido un hotel en el barrio español, que se llama Hotel Il Convento un lugar muy recomendable: céntrico, con muy buen servicio, cómodo y muy agradable.

Nápoles tiene diversas zonas de interés, una de las más interesantes es el centro histórico donde se encuentran las maravillosas iglesias barrocas, palacios, callejuelas estrechas, plazas llenas de bares... Un consejo para patear la ciudad es preciso llevar un zapato cómodo, la ciudad está llena de adoquines y sobretodo tener ojos en la nuca o estar muy alerta porque si algo hay que tener en cuenta es que el tráfico es una locura y lo más seguro que tengas que esquivar unas cuantas motos. Pero esto hace la ciudad más sorprendente, estimulante y fascinante.

En el centro histórico no hay que perderse dos lugares: el convento de Santa Clara y la Capilla de San Severo, pero también hay que pasear y visitar otras

Convento de Santa Clara
iglesias y plazas de la ciudad. El convento de Santa Clara es un lugar mágico, con un claustro de estilo barroco con frescos en las paredes y decorado con cerámica en las columnas y todos los asientos en el jardín. Una explosión de colores que con la luz de la tarde parecía más reluciente. 

Madonna con pistola
La capilla de San Severo es el otro lugar imprescindible al visitar Nápoles, un extraño lugar, en el centro se encuentra la escultura del Cristo Velato, una de las más famosas de la ciudad y de Italia, pero el resto de esculturas son también muy interesantes. Todo el diseño de la capilla corresponde al príncipe Raimondo di Sangro, un hombre ilustrado y masón que creo un edificio en memoria de su familia.

Además de estos dos edificios también te sorprenden lugares como la iglesia de Gesu Nuovo de un barroco excesivo, la iglesia de San Lorenzo Maggiore una de las más antiguas, el Duomo... y una obra contemporánea de Banksy, la Madonna con la pistola en la Plaza dei Girolamini. 

Si te gusta el arte no puedes dejar de visitar el Museo de Capodimonte, allí te esperen impresionantes Tiziano, Rafael, Goya, Mengs, un extraordinario Caravaggio e incluso un Andy Warthol... cerámica de gran calidad, objetos de vidrio, tapices, inmensos salones ricamente decorados. Hay que acudir descansado, el palacio es un gran museo de pinturas y artes decorativas. Si prefieres el relax y alejarte del ruido del centro de la ciudad puedes pasear por el parque que rodea el palacio y los bosques. 

Si vas a visitar Pompeya i/o Herculano también debes visitar antes el Museo Arqueológico, otro lugar lleno de obras de arte maravillosas, como el suplicio de Dirce con el Toro de Farnese, el Hercules, la taza de Farnese una de las obras de orfebrería más impresionantes del mundo... Pero también hay que visitar los frescos y los mosaicos de las villas de Pompeya y Herculano y evidentemente la galería de los secretos. 

Pero además de estos lugares más o menos previsibles, Nápoles tiene rincones sorprendentes y únicos, sin duda uno de ellos es el cementerio de la Fontanella.

Cementerio de la Fontanelle
Iglesia del Cementerio de la Fontanelle























El cementerio de la Fontanelle es un osario que se encuentra en la zona de Materdei, en unas cuevas excavadas en una montaña. En la tradición napolitana este lugar es un culto de las "almas pezzentelle", los napolitanos adoptaban una de estos restos creyendo que los cuidarían desde el paraíso. A la entrada del osario hay una iglesia con pinturas de Tono Cruz y Mono González. Se puede llegar fácilmente a este lugar con el metro Materdei y seguir las indicaciones ya que el cementerio está a pocos metros de la parada de metro.
Parada de metro de Toledo
Utilizar el metro en Nápoles también es muy recomendable, no porque sea un medio de transporte muy eficaz, pero las estaciones son un espacio de arte y diseño, en algunos casos muy originales, no hay que perderse la parada de metro Toledo con un diseño de Oscar Tusquets y un mural de William Kentridge. 
Hay muchísimos otros lugares recomendables de esta increíble ciudad: pasear por Vía Toledo hasta la plaza Belvedere, llegar hasta el castillo del Ouvo para ver las vistas de la ciudad y el Barrio de Santa Lucia, tomar una copa o comer en la plaza Bellini, ver los mercados y las paradas que te encontrarás mientras paseas, subir con el funicular hasta el castillo de San Telmo...
Pero sobretodo hay que disfrutar de la gastronomía de la ciudad, comer o cenar en algún restaurante del Barrio Español, la comida napolitana es suculenta y los restaurantes una experiencia. No dejéis de tomar un café en el Grambinus, una de las cafeterías más antiguas de la ciudad, deleitaros con un babá, uno de los postres típicos de la ciudad y tomar un spritz en algunas de los bares de la ciudad.

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