viernes, 8 de mayo de 2015

Miravet, un pueblo sobre el Ebro

Miravet desde el río
Hay un pueblo junto al Ebro, enroscado sobre un montículo y coronado por un gran castillo. Todavía se puede llegar al pueblo a través de un antiguo paso del río, con una gran barcaza con la que se pueden cruzar en coche.


Atarazanes fluviales
Lo mejor es contemplar Miravet desde el otro lado del río con el castillo dominando el pueblo y como se pueden ver los edificios ascendiendo por la montaña. Como en esta ocasión no pudimos cruzar al pueblo con el paso de la barca tuvimos que ir por Mora d'Ebre y seguramente perdimos la oportunidad de contemplar el pueblo aproximándose a través del río. La vida de Miravet gira alrededor del río, al llegar, se pueden ver las atarazanas fluviales, grandes barcas para navegar por el Ebro, un negocio que persiste desde hace cientos de años.

La mejor manera de conocer Miravet es ascender a través de las calles del pueblo hasta el castillo, una imponente fortificación sobre el río que se construyo en el siglo XI cuando el territorio estaba en manos de los musulmanes. En la segunda mitad del siglo XII pasaría a la Corona catalano-aragonesa y en manos de los templarios.

En Miravet, las calles son intrincadas y estrechas, las casas parecen intercalarse entre ellas. Mientras se pasea por las calles puedes ver casas que se asoman al río, algunas que seguramente las afectan la subida de las aguas.




Iglesia de Miravet

























Entre las calles estrechas de Miravet se encuentra la iglesia renacentista del pueblo sobre una terraza frente al río que en esta vez no pudimos ver.


El punto final del recorrido es el castillo templario conquistado a los andalusíes el siglo XII. El castillo de Miravet ha sido escenario de diferentes guerras: Els Segadors (1640-1652) la Guerra de Sucesión Española a principios del siglo XVIII, las guerras carlinas en el siglo XIX y finalmente la batalla del Ebro durante la Guerra Civil. Se trata de un castillo considerado como fortificación y de defensa del territorio, no como vivienda nobiliario, por eso la estructura es solida y austera, con grandes patios de armas, terrazas, caballerizas y grandes recintos para controlar y defender el territorio


Castillo de Miravet
Desde las torres superiores del castillo se puede contemplar una magnífica vista del Ebro y la Ribera del Ebro, una área geográfica marcada por un gran río.

Una vez acabada la visita el castillo, aprovecha para tomarte una copa en las terrazas frente al río, la mejor manera de despedirse de Miravet.





Vista desde el castillo de Miravet



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los mosaicos dorados de Ravenna

Ravenna es una pequeña ciudad en la costa italiana del Adriático que conserva una joya singular: un conjunto de mosaicos bizantinos de los s...