Galerías de arcos de la Drassanes de Barcelona |
El edificio está formado por ocho naves de dieciocho tramos separados por pilares de planta cuadrada que van formando arcos de medio punto que sostienen las vigas del techo con cubierta a dos aguas. El edificio parece que comenzó a construirse a finales del siglo XIII. En estos edificios se construyó la flota de la Corona de Aragón que conquistaría parte del Mediterráneo en los siglos XIV y XV. Durante años este edificio ha albergado el Museo Marítimo de Barcelona, pero las recientes obras de restauración nos permiten volverlas a ver en todo su esplendor.
Visitar este edificio restaurado permite comprender para que se construyeron, aún hace falta imaginar la playa de Barcelona junto al edificio, siglos antes de la construcción del puerto y todos los edificios que ahora separan les Drassanes del mar.
Réplica de la galera real que participó en la batalla de Lepanto |
En el centro del edificio se puede contemplar la réplica de la galera real que se construyó para la batalla de Lepanto y que fue capitaneada por Don Juan de Austria. La galera se construyó en 1571 y está adornada en rojo y oro con pinturas, esculturas.
El edificio y la galera evocan tal y como su construían hace centenares de años cuando los barcos eran de madera y los constructores eran los carpinteros de ribera que se encargaban de la realización de los barcos, desde la selección de la madera, el aserrado y la construcción de todo el barco. En Catalunya se le conocía como "mestres d'aixa" por la hacha que utilizaban.
Drassanes Reials |
Barcelona siempre ha sido una ciudad dedicada al comercio y la exportación, la puerta de salida de muchos de los productos que se fabricaban o se producían en Cataluña y las Drassanes es símbolo de uno de los períodos de esplendor de la ciudad, cuando los barcos fabricados en este edificio comerciaban por todo el Mediterráneo y la flota real conquistaba Sicilia, Nápoles, Cerdeña...
Entrada a los Jardines del Baluard |
Junto a las Drassanes se encuentran también los pocos restos que se conservan de las antiguas murallas de la ciudad. Se derribaron en el siglo XIX para la construir el Eixample que permitió el gran crecimiento de la ciudad. El portal de Santa Madrona es uno de los últimos vestigios de esta muralla y encima de ella se encuentran los Jardines del Baluard, un lugar que suele estar cerrado al público y que se accede por una de las antiguas puertas defensivas.
Los jardines son apenas un pequeño paseo con árboles y bancos sobre la muralla, un espacio tranquilo y sosegado, pero que nos recuerda los momentos difíciles de la ciudad, cuando fue asediada por las tropas del rey Felipe V y cayó el 11 de setiembre de 1714. Al subir hasta los jardines se pueden contemplar las 3 viejas chimeneas de Poble Sec, también resistieron a los bombardeos de los aviones italianos durante la Guerra Civil.
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