Sevilla es una de las ciudades más mágicas del sur de España, una ciudad que como dice la canción tiene un color especial y no sólo es el color, también el olor y el ambiente de sus calles, la luz. Hay que recorrerla prestando atención a todos los rincones los palacios, grandes casas, edificios de colores intensos, especialmente ese color mostaza que decora la ciudad. Pensar en Sevilla es pensar en la Giralda o en el parque de Maria Luisa y la espléndida Plaza de España, pero también en uno de los palacios más bellos de España: los Reales Álcazares.
Es recomendable hacer la reserva previamente, en la página web de Los Reales Álcazares se pueden comprar las entradas y de esta forma asegurar la hora de la visita. En la entrada por la puerta del León, diversos guias te ofrecen una visita guiada al palacio, seguramente no es una mala opción para conocer bien todo el palacio. También es recomendable tener el plano guia del palacio, es muy fácil perderse en la gran cantidad de salas, salones y patios, aunque el recorrido natural está bastante bien indicado.
Los Reales Álcazares es muchos lugares en uno y muchos estilos en un único edificio. Del estilo almohade hasta las reformas del palacio en el siglo XIX y principios del XX. Como todo en esta ciudad esta mezcla de estilos, esta aparente falta de pureza hace que el conjunto sea aún más bello y atractivo. No voy a explicar la distribución y los diferentes espacios que se visitan en los Reales Álcazares porque encontraréis muchas páginas de información más detalladas sobre el edificio y la historia.Yo sólo os aconsejo que os dejéis llevar por la magía del lugar. Todos los espacios conservan rincones y obras maravillosas pero todos tenemos unos favoritos. Yo me quedé maravillada con el palacio de Pedro I, el palacio mudejar donde todas las salas se suceden una tras otra alrededor de los patios en un despliegue de color donde se puede apreciar el trabajo de cientos artesanos.
Dentro del palacio mudejar mira en todas direcciones, no hay ningún rincón que no te asombrará, los trabajos de yesería en las columnas y en las paredes, los azulejos, los artesonados de los techos.
Pero sin duda lo más interesante es comprobar como el estilo mudejar se han combinado con elementos de la época renacentista. Los Reyes Católicos y posteriormente su nieto Carlos V ordenaron algunas reformas que se pueden apreciar en las áreas superiores de algunas salas.
Los salones del palacio mudejar se abren a los grandes jardines de los Reales Álcazares otros de los espacios más hermosos del palacio. Aunque la ruta te recomienda visitar antes el palacio gótico, uno de los accesos al patio desde el palacio mudejar te abre las puertas a un mundo de maravillas de plantas, fuentes, zonas de reposo. Como si se tratará de una fuerza de atracción no pudimos evitar entrar en los jardines.
Hay que tomarse su tiempo y disfrutar de estos lugares de reposo: ver, oler y escuchar. Sentarse en algunos de los bancos de los jardines para contemplarlos.
Jardines de los Reales Álcazares |
Estanque de Mercurio |