Peñíscola
Peñiscola seguramente sería el pueblo menos encantador de los tres, muy turístico y seguramente demasiado masificado en verano, rodeado de urbanizaciones que lo convierten en un pueblo demasiado dependiente del turismo, pero Peñíscola tiene una ubicación increíble, el casco antiguo tiene un encanto peculiar y el puerto pesquero le confiere normalidad.
La geografía de Peñíscola, una pequeña península frente al Mediterráneo, coronada por un impresionante castillo lo convierten en un lugar especial. El castillo es sin duda el lugar más interesante de Peñíscola, fue construido por los templarios y habitado por el Papa Luna entre 1411 y 1423. La historia de este papa es fascinante. Pedro Martínez de Luna era aragonés, nacido en Illueca (1328-1423) fue elegido Papa como Benedicto XIII cuando el papado estaba establecido en Aviñón. La monarquía francesa retiró su apoyo al Papa al darse cuenta que este pontífice no sería tan controlable. Este hecho provocó el llamado Cisma de Occidente, huyendo de Aviñón se instaló en Peñíscola, donde murió considerándose el legítimo Papa. El castillo fue construido por los templarios, pero es la historia del Papa Luna y su fantástica fisonomía frente al mar que lo convierten en un lugar increíble.
Peñíscola tiene muchos otros rincones interesantes como el faro, el bufador, la casa de las conchas, los jardines y las antiguas puertas de entrada a la ciudad antigua. Recorrer sus calles es toda una experiencia. Esta estructura tan peculiar y bien conservada ha hecho que sea escenario de diversas películas y series de televisión. Muchos recordamos la película Calabuig, una maravillosa comedia de Berlanga y recientemente se han grabado algunas escenas para la serie Juego de Tronos.
Vista del puerto de Peñíscola desde el castillo
A unos 60 km. de Peñíscola está Vilafamés, un pueblo situada en la Sierra de les Conteses sobre una colina y coronada por los restos de un castillo. El pueblo es conocido por el Museo de Arte Contemporáneo fundado por el crítico Vicente Aguilera Cernís y muy frecuentado por artistas. Una auténtico pueblo encantador.
El pueblo está situado sobre una montaña y le domina un color rojizo tanto en las calles como en los diferentes edificios del pueblo.
Se puede visitar ascendiendo a lo largo de la calle principal que
conduce hasta el castillo, un espacio sencillo y pequeño con apenas una torre, que se puede visitar libremente. En Vilafamés encontramos diversos edificios singulares: dos ermitas y dos iglesias entre ellas destaca la Iglesia de la Asunción, un edificio imponente. También se conservan restos de murallas y un impresionante palacio renacentista que ahora es la sede del Museo de Arte Contemporáneo.
Uno de los lugares más interesantes es las calles que se encuentran a los pies del castillo y forman el núcleo más antiguo del pueblo que se llama "El Cuartijo". Se trata de construcciones antiguas rodeadas de mucha vegetación y junto a esta zona la Iglesia de Sangre.
Otra de las curiosidades de Vilafamés es la "roca grossa" una impresionante roca que parece deslizarse sobre una de las calles del pueblo. Una curiosidad geológica que además es la responsable que a la gente de Vilafamés los llamen "cul roig" culo rojo. La historia es desconcertante, se dice que los habitantes al intentar llevar las casa al llano arrastrándolas con cuerdas tropezaron con la gran roca y resbalaron todos manchándose con el barro rojo. Otra anécdota explica que los chicos se deslizaban por la "roca grossa" y al caer al suelo se ensuciaban con barro rojo.
Sea como sea, la roca grossa es un fenómeno natural impresionante por las dimensiones de la roca en medio de la calle principal del pueblo.
Además de todos estos lugares curiosos y maravillosos el pueblo de Vilafamés mantiene un centro bien cuidado, a lo largo del recorrido se pueden ver diversas casas con puertas con trabajos excelentes de marquetería y decorados con plantas.
El tercer pueblo encantador es sin duda el mejor de los tres, el más impresionante, mejor conservado y el que conserva grandes monumentos históricos. Como en los otros tres pueblos, un castillo domina el pueblo desde lo alto. Hace tiempo que visité Morella, pero aún recuerdo la visión al llegar, la inmensa mole frente a nosotros.
El castillo de Morella es uno de los más impresionantes de los que se conservan en España. El castillo aprovecha la gran roca para realizar su construcción que se inició durante la época árabe y su actividad se mantuvo hasta las guerras carlistas.
Morella es uno de los pueblos con un patrimonio arquitectónico muy rico: una gran iglesia gótica y el convento de San Francisco son algunas de la joyas de este pueblo. Las murallas conservan las grandes puertas de entrada que dan un aspecto monumental a la ciudad.
El centro histórico de la ciudad con sus calles porticadas y sus casas singulares son las consiguen que Morella sea una de las ciudades más "encantadoras" de Castellón. Una ciudad que es recomendable visitar.
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