domingo, 9 de noviembre de 2014

Triangulo de historia y arte en el Sur de Francia

El sur de Francia es un territorio con muchos motivos para visitar: un paisaje suave y agradable, el clima cálido, pequeños pueblos llenos de encanto, grandes monumentos históricos, museos, lugares de arte, ambiente del Mediterráneo. En esta visita hemos elegido tres lugares llenos de historia: Avignon, Nîmes y Arles.

Anfiteatro de Nîmes
Avignon es una ciudad pequeña con un barrio medieval histórico rodeada de las murallas. El gran monumento de la ciudad es el Palacio de los Papas, 7 papas desde 1309 a 1377 y un periodo de 45 años, los años del cisma en que había un Papa en Roma y otro en Avignon. Este cisma finalizó en 1423 con el papa Benedicto XIII que huyo de Avignon para refugiarse en Peñiscola. El palacio de los papas es un grandísimo edificio más parecido a una fortaleza que un palacio y vivienda de los papas.

Palacio de los Papas. Avignon
El interior impresiona por la dimensiones, los grandes salones, el patio central. Aunque el edifico está formado por dos palacios que construyeron, uno de estilo más sobrio que mandó construir Benedicto XII y un segundo palacio más refinado de Clemente VI, poco queda del refinamiento que se espera en un palacio papal, como cuando visitas el Vaticano. La revolución francesa y la ocupación por el ejercito francés del Palacio de los papas hizo que se destruyeran muchas de las pinturas y seguramente los ornamentos del palacio. Apenas quedan pinturas en una capilla y algunas habitaciones. Precisamente los frescos de una de las habitaciones son unos de los más interesantes, unas pinturas delicadas de un gusto exquisito que mostraba escenas de caza, música, danza.

Si el palacio de los papas es el monumento más destacado de  Avignon, el segundo es el famoso puente de Saint Bénézet. Un puente medieval sobre el Rodano y que está fracturado después de una gran inundación. El puente tiene una pequeña capilla en el centro y es conocido mundialmente por la canción "Sour le pont d'Avignon on y danse tous en ronde".
El puente de Saint Bénézet

Pero además de estos dos grandes monumentos, Avignon es una ciudad agradable, con un centro comercial muy activo, ambiente agradable para pasear y relajarse en las cafeterías de la avenida central. Paseando por la avenida central y las calles laterales se pueden ver algunos antiguos palacios, iglesias, la famosa torre del reloj, otro de los símbolos de la ciudad.

Además Avignon es mundialmente famosa por el festival de teatro que se celebra cada verano en la ciudad. Es muestra de ello la presencia en las calles diversos muros con escenas teatrales de los grandes actores que han participado en el Festival.

Otro de los lugares que os recomiendo es un paseo por los jardines des Doms, unos jardines de estilo romántico cerca del palacio de los papas desde donde se puede contemplar el río Rodano, la isla Barthelasse y Villeneuve-des-Avignon. Otra recomendación es un paseo cerca del río o si tenéis tiempo cruzar hasta la isla con lo ferris que te trasladan hasta la isla de Barthelasse.

Avignon era nuestro centro de operaciones, cerca de las otras dos ciudades que queríamos visitar Nîmes y Arles.

Arles es una de las principales ciudades de la Provenza, una de las regiones míticas de Francia, con sus campos de lavanda, flores y el encanto de los pueblos. Una zona muy apreciada por diversos artistas, especialmente de principios del siglo XX. Vicent Van Gogh vivió un tiempo en Arles. En la ciudad no se conserva ninguno de los cuadros que realizó, pero algunos de los lugares que pinto aún se mantienen en pie como el café del cuadro "Café la Nuit", pero el que más sorprende por la similitud y por la delicadeza del lugar es el cuadro: "El patio del Hospital".
El patio del Hospital. Vicent Van Gogh
Espacio Van Gogh. Arles










Vicent Van Gogh estuvo en el hospital de Arles superando uno de sus episodios de depresión. Hoy en día es el espacio dedicado al pintor con pequeños talleres y una biblioteca que se mantiene prácticamente intacto desde que el Van Gogh lo pintó.

Además de poder seguir los lugares que Van Gogh pinto, en Arles merece la pena visitar los monumentos de la época romana, especialmente el anfiteatro, el teatro, los baños de Constantino, algunos restos en lugares céntricos. 

El anfiteatro de Arles
Pero también hay otros lugares que merece la pena conocer, pasear por las calles del centro, la plaza de la república, la del Fórum, visitar la Fundación Vicent Van Gogh, la iglesia de San Trófimo.

Calle de Arles
Otra de las peculiaridades de Arles y también de Nîmes es la tradición taurina. Tanto en el anfiteatro de Arles como en el de Nîmes se celebran corridas de toros, incluso en el anfiteatro de Nîmes hay un pequeño espacio dedicado a la tauromaquia. Al parecer la tradición taurina en estas ciudades ya se practicaba desde el siglo XVI y durante el reinado de Napoleón III, su mujer Eugenia de Montijo las hizo muy populares.

El anfiteatro de Nîmes es mucho más imponente que el de Arles y se encuentra hoy en día en proceso de restauración. La explanada principal está también dedicada a la tradición de los toros.

José Tomás en una de las paredes de Nîmes
El anfiteatro de Nîmes también es un recuerdo de una de las principales actividades del anfiteatro en época romana: la lucha de los gladiadores. En los túneles de las dos grandes plantas del anfiteatro de Nîmes se puede seguir en la historia de los gladiadores. El anfiteatro es un edificio impresionante que rivaliza con otro importante edifico romano de la ciudad, la "Maison Carrée", otro de los símbolos de la ciudad, un maravilloso templo perfectamente conservado, con columnas corintias elevado sobre una escalinata que la hace más impactante. Frente a la antigua "Maison Carrée" el arquitecto Norman Foster ha construido "le Carrée d'art" un edificio que presenta ciertas similitudes estilísticas a la "Maison Carrée".

Maison Carrée
En una mañana o una tarde puedes tener una visión general de esta ciudad. No te olvides de visitar el núcleo histórico con la catedral de estilo románico que merece la pena conocer.

Carré d'art. Norman Foster












Historia, arte, patrimonio, estos elementos y un paisaje agradable, un clima suave con el sol como protagonista brillando en el cielo azul intenso. Unas ciudades que merece la pena visitar que os recomiendo y que espero que disfrutéis como nosotros.

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